Creer en Dios
Al principio de la humanidad, desde muy pequeños a nosotros, los seres humanos, nos han enseñado por generaciones a creer en un ser que en realidad no podemos percibir con ningunos de los cinco sentidos. Pero, más allá de eso ¿Qué hay? ¿Realmente creemos o lo hacemos porque estamos siendo mecánicos ante un sistema?
Pedir, pedir, pedir; es la característica más resaltante del ser humano. Suelen ser pocos los que aprenden a dan cuando de Dios se Trata. Por lo que este maravilloso ente (el cual no vemos) suele ser el salvador de nuestros intereses más que la de la vida misma; Pero ¿y si no? Todo se resume a que él es el único responsable de nuestra desdicha.
No soy de las que suele ir mucho a la iglesia; de hecho, voy muy poco a misa los domingos, sin embargo sé lo importante que es agradecer día a día todo lo que la vida nos regala. Aceptar que te equivocas es de valientes, esto lo aprendí por una de las pruebas más duras de mi vida, el tumor que tuvo mi madre en el cerebro y que casi le cuesta la vida.
Ese fuerte impacto me hizo entender que: “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde” y por ello hay que agradecer a Dios todo lo que nos regalo en nuestra vida porque Dios no le interesa vernos sufrir, ni castigarnos… solo vivir una vida plena y feliz.
M.B
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